El hurto interno en hostelería y restauración parece un tema asumido e inevitable por parte de los empresarios, un coste más del que se hacen previsiones anuales, una peculiaridad del ramo contra la que no se puede luchar. Esta asunción por parte del empresariado de la inevitabilidad del hecho contribuye a que una problemática facilmente investigable y de la que obtener pruebas resulta medianamente sencillo quede sin resolver.

Nuestra experiencia en el campo nos ha demostrado varias cosas:

1.- El porcentaje de consumiciones que se embolsan los trabajadores suele estar muy por encima de las estimaciones iniciales del empresario.

2.- Para encubrir esos hurtos, empatizar con el cliente y hacérlo cómplice con su silencio, esos mismos trabajadores que se quedan con parte de la recaudación realizan numerosas invitaciones a los clientes del establecimiento, suponiendo una merma adicional en los ingresos de la empresa.

3.- A día de hoy, ni una sola vez que hemos sido contratados no hemos descubierto a alguien quedándose con parte de la recaudación.

4.- El perfil del trabajador que hurta dinero a la empresa suele ser el de "trabajador de confianza", ese que lleva tantos años trabajando en la empresa y del que no se pone en duda su lealtad.

Sus servicios jurídicos agradecerán la información y pruebas que podemos proporcionarle.

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